Pasear
Paseaba por la calle, no había nada nuevo, nada había cambiado lo suficiente como para provocar una inversión importante en mis reflexiones diarias. Es importante trabajar las sensaciones en todas las facetas de la vida, sentir. Porque de nada vale escuchar sin sentir. Sentir y comprender que aquellos instantes de felicidad de los que nos alimentamos no se construyen de utopías e ilusiones artificiales, poco o muy certeros de suceder en un futuro. Esperar... más de media vida esperando... malgastando el tiempo en esperar... sin querer abrir los ojos y entender de una vez que el destino es demasiado incierto como para esperar... es posible esperar durante años y tras ellos solo encontrar dolor y frustración. No todo depende de uno mismo. Todo cambia. Tengo más de mil motivos por los que ser feliz y otros cuantos para no serlo. Lo tengo claro. Quiero arañar cada segundo de felicidad que brote de la ilusión subjetiva. ¿Y... por qué no?. Aún tengo la capacidad de elegir, ¿por qué tanta tor...