Inseguridad general

No cabe duda de que los principios siempre resultan duros, muy duros. Más aún cuando los comienzos se repiten demasiadas veces, cuando lo único constante que existe es la inestabilidad, cuando no sabes lo que habrá más allá de un mañana inmediato, de veinticuatro horas escasas, marcadas por el reloj de la razón, el que hoy me dicta alejarme de ti. No se si esto es lo que quiero, se que se ha desplomado de repente un gran peso que cargaba sobre mis espaldas. Aquel peso que me repetía de manera continua que existen cosas imposibles, que desafortunadamente el corazón no siempre tiene la opción de elegir. Momentos en los que miro hacía arriba, profundamente inhalo y solamente cuando exhalo lentamente puedo ver con claridad lo que realmente quiero hacer: caminar en busca de la felicidad instantánea.

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