Creer

De cuando en cuando suelo volver a mi misma y plantearme como tantas veces quien soy y hacía donde voy. Pocas veces encuentro sentido lógico a la cuestión, tengo claros mis principios, por ciertas situaciones en las que hoy por hoy no pasaría, sin embargo, cuando intento atisbar claridad en los objetivos que hace unos años me propuse, no logro concretarles en situaciones reales. A pesar de todo, cada día que finaliza me siento reafirmada, en cierto modo, alegre por ser fiel a mis valores, a mi propia ética. Soy consciente de que aún me queda mucho camino por hacer y que en ocasiones me cuestiono si en este sentido estaré siendo algo impuntual, una vez más dejándome llevar por barreras sociales prefijadas, en un sistema precocinado que no atiende las necesidades de los que, de cuando en cuando, nos salimos del rebaño para poder respirar.

No creo en las necesidades que antepone la sociedad, los estereotipos publicitarios que se nos antojan clásicos. No creo en las tradiciones, ni en voces repitiendo al unisono frases sin sentido como auténticos corderitos, ante un líder más que cuestionable. No creo en el amor de conveniencia, ni en la unión por miedo a la independencia. No creo en los intereses políticos, ni en las barreras, ni en las fronteras, ni en los prejuicios. No creo en la marginación, ni en las diferencias sociales. No creo en las personas que se dedican a provocar dolor.

Creo en el amor que revierte de cada poro de la familia, creo en la lucha de las personas por construir un futuro. Creo en la incondiconalidad del amor y en la paz que provoca la reflexión. Creo en la soledad, en la independecia, en la buena fé sin amenazas, en las sonrisas. Creo en la felicidad momentánea, en algunas miradas sinceras, en la pulcritud de la infancia. Creo en el aprendizaje de la vida, en la admiración de algunos ejemplos humanos. Creo en la posibilidad de vivir en un submundo donde reinen otros valores morales diferentes a los que contemplamos en la actualidad. Creo en el sentimiento, en no dejar de temblar. Creo en una vida en la que no dejéis de estar presentes. 

Eso es lo único que tiene sentido aquí.