Ciencia ficción

De nuevo me sorprendo escribiendo, será que es otro de esos diás que se han hecho ya tan habituales, esos días en los que dejé de soñar por la falta de ilusión, esos días en que no sabes dónde ir ni qué hacer para conseguir tan solo un instante en el que te den la oportunidad de bailar con la felicidad. Dicen que la felicidad no se encuentra sino que se ha de buscar, te dan la solución pero ¿y el desarrollo?, qué pasa cuando estas perdida y no logras encontrar el modo, qué pasa cuando entras en un círculo del que no sabes salir, qué hay de la vida cuando no hay vida. A pesar de todo aún existen días en los que tonteas con la esperanza, esos días de tormenta en los que te abrazas a un sueño, a una ilusión, aquellos días en los que te duermes pensando en un futuro mejor. Pero siempre existe un mañana, siempre para bien o para mal te atormenta un ruido extraño que te dice que es hora de despertar de tu sueño, que comienza de nuevo un día tan lamentablemente idéntico como el anterior, ese estruendo que te hace perder la esperanza del sueño que tanto anhelas en silencio. Y otra vez sumida en el silencio de la soledad, el silencio de hablar de todo y no decir nada, el silencio de trasmitir nada, el silencio del nada, el nada del silencio. Imaginame de otra forma, dejame soñar, tan solo ese es mi consuelo.

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