De moral
La vida, ese sabio maestro, te trae y te descoloca, te demuestra que tu mente no es más que una burbuja aislada que va abriéndose camino, a veces, de forma equivocada. Cuántas veces te has preguntado por el destino, ¿y de verdad crees que llegarás a alguna conclusión?. La conclusión como la vida resulta demasiado incierta. No quiero que desesperes, puede que esta vez sea un error mio, como tantas veces, pero esta vez con moraleja. No gastes energía en pensar, solo reflexiona y confia en ti , ponle ese valor del que en ocasiones alardeas y ahora parece mermado, que yo ya descubrí que no soy nadie para rechazar a quién me quiere, más cuando, este mundo no derrocha demasiado corazón. Y así sin explicaciones, no hace falta más, tal vez sea lo más sincero. Porque al fin y al cabo todo es cuestión de sentimientos, de dar respuesta a las preguntas que de manera tan inesperada asaltan mi mente distorsionada por momentos, por lo vivido y más frecuentemente por lo dejado de vivir. Al final no distamos tanto, la sociedad nos ha moldeado a todos con la misma pasta, a veces tóxica y corrosiva, a veces tan agradable que cuesta resistirse a lo imposible, tan impredecible como la noche y el día, como los cambios que no te da tiempo a apreciar. No es cuestión de forzarlo, es de ser consciente de que se siente aunque sin buscar elocuencias. Por la amistad y por un perdón a la ausencia. Siempre es bueno saber que aún podemos aprender de la vida.
Comentarios