Estimada señorita Zen, no es descreimiento todo lo que padecemos, quizás seas hastío por la reiteración de actos indignos que nos invaden en nuestra paz interior, que si bien no os hacen cambiar nuestro parecer, si nos hacen sentir mal por tanta maldad gratuita imperante. Como siempre, recibe un beso cálido, Who.
Empiezo a achantarme en un lugar que me asfixia cada día más. Me aturde la eterna preocupación de mis miedos. Continuos y constantes miedos. Me apetece huir, volver a estar tranquila, solo eso, durante al menos un instante eterno. En ocasiones gigante y a veces tan pequeña. Dónde quedó aquel espíritu de comerse el mundo por los sentimientos, de abrir las mentes, de experimentar, de vivir, de crecer y decrecer cuando precise la ocasión. De vivir sin la hora, de improvisar, de tomar cafés infinitos, de conocer, de ser grande, tan grande como me hacía la ignorancia del dolor. De dejar de planearlo todo como una jodida agenda y aún así no parar de reir. Joder con la vida. Necesito vivir, ¿es tan difícil de entender?.
Te vas... Y yo me quedo inerte, añorando tus costumbres, tu amor incondicional, el peso de tu cuerpo sobre el mío, tus cuidados y los míos. Tus recuerdos mojan el papel sobre el que escribo, y vuelvo a echar de menos en superlativo. No encuentro nada que haga justicia a esa capacidad de darlo todo sin esperar nada, no encuentro la manera de dejarte ir sin que se haga justicia, igual que no veo justo que te hayas ido. Decirte que te quiero me parece excaso y excesivamente vulgar, nosotros éramos mucho más que eso, las uniones tan fuertes sobrepasan el amor, son simbiosis de almas que se pertenecen sin pertenecerse. Tu mirada, tus pasos por la casa, tu eterna bondad sobrepasan mi tristeza y la convierten en dolor del que no puedo salir. Aún es pronto, aún no me hago a la idea de no despertarme con tus ruidos, con tus llamadas de atención. Aún no concibo este tiempo sin ti, sin nuestras cosas, sin tu cariño, sin tu mirada. Quizás me quieras recordar de nuevo lo efímero de la vida, qu...
He cometido errores, demasiados, quizás más que muchos. Me he escondido más de lo que debería, he tenido miedo y he sido cobarde, muy cobarde, quizás más que muchos. He mentido, mucho más de lo que me hubiera gustado, unas veces por necesidad absoluta, otras por una necesidad innecesariamente creada. Me he distraido, me he desviado, me he desconectado, me he desentendido y también me he desinteresado, pero también he aprendido. He aprendido de la reflexión, del amor, de la lucha y del dolor. He crecido, quizás más que muchos, he madurado mientras caminaba por senderos fríos y solitarios, pero también he recorrido parte del camino muy bien acompañada, quizás esa ausencia es lo que me lleva a esto, a ser como soy, lo que soy, lo que solo en contadas ocasiones se aprecia. He luchado, a veces a regañadientes, otras a golpes y otras por una voluntad forzada, he aprendido a saltar obstáculos que en apariencia me superaban. Y no solo he aprendido, principalmente me han enseñado. He descubier...
Comentarios
Besos
Cita
Besos mágicos
Como siempre, recibe un beso cálido, Who.
Besos
Me penetraron tanto...
Te sigo!
Si queres, pasa por mi espacio y hojea mis letras, me gustaria ,ucho
Besos