Estimada señorita Zen, no es descreimiento todo lo que padecemos, quizás seas hastío por la reiteración de actos indignos que nos invaden en nuestra paz interior, que si bien no os hacen cambiar nuestro parecer, si nos hacen sentir mal por tanta maldad gratuita imperante. Como siempre, recibe un beso cálido, Who.
Te vas... Y yo me quedo inerte, añorando tus costumbres, tu amor incondicional, el peso de tu cuerpo sobre el mío, tus cuidados y los míos. Tus recuerdos mojan el papel sobre el que escribo, y vuelvo a echar de menos en superlativo. No encuentro nada que haga justicia a esa capacidad de darlo todo sin esperar nada, no encuentro la manera de dejarte ir sin que se haga justicia, igual que no veo justo que te hayas ido. Decirte que te quiero me parece excaso y excesivamente vulgar, nosotros éramos mucho más que eso, las uniones tan fuertes sobrepasan el amor, son simbiosis de almas que se pertenecen sin pertenecerse. Tu mirada, tus pasos por la casa, tu eterna bondad sobrepasan mi tristeza y la convierten en dolor del que no puedo salir. Aún es pronto, aún no me hago a la idea de no despertarme con tus ruidos, con tus llamadas de atención. Aún no concibo este tiempo sin ti, sin nuestras cosas, sin tu cariño, sin tu mirada. Quizás me quieras recordar de nuevo lo efímero de la vida, qu...
Empiezo a achantarme en un lugar que me asfixia cada día más. Me aturde la eterna preocupación de mis miedos. Continuos y constantes miedos. Me apetece huir, volver a estar tranquila, solo eso, durante al menos un instante eterno. En ocasiones gigante y a veces tan pequeña. Dónde quedó aquel espíritu de comerse el mundo por los sentimientos, de abrir las mentes, de experimentar, de vivir, de crecer y decrecer cuando precise la ocasión. De vivir sin la hora, de improvisar, de tomar cafés infinitos, de conocer, de ser grande, tan grande como me hacía la ignorancia del dolor. De dejar de planearlo todo como una jodida agenda y aún así no parar de reir. Joder con la vida. Necesito vivir, ¿es tan difícil de entender?.
Siempre creí que era más de números y unos cuantos años después de repente no me salen las cuentas, resulta que dos más dos ya no son cuatro, que no puedo hacer lo que yo quiera con mi vida, que soy esclava de impedimentos sociales y sentimentales que me condenan a parar una marcha lenta pero constante. Los rayos de sol vuelven a estallar en mi cara y eso me provoca cierta positividad, aunque las circunstancias no acompañen, al menos estoy en una etapa reflexiva y no destructiva. Relativizando todo aquello que en cinco años ya no será significativo, como nueva norma autoimpuesta y creo que hasta ahora bastante efectiva. Y así espero pasar una buena temporada, haciendo uso de nuevo de esa maravillosa filosofía zen, dejando el apego para otros, que yo ya lo retomaré cuando toque. Y espero que el destino no vuelva a jugar de las suyas, que esta vez no toca. A vivir tranquila de una vez, pero a vivir.
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Besos
Cita
Besos mágicos
Como siempre, recibe un beso cálido, Who.
Besos
Me penetraron tanto...
Te sigo!
Si queres, pasa por mi espacio y hojea mis letras, me gustaria ,ucho
Besos