Tan solo camino
Cuando llueve me gusta estar en silencio, y en la oscuridad encender una vela. Me gusta reflexionar. Sabía que se acercaba un día así, llevaba un par de días dando demasiadas vueltas a lo mismo. Tan solo hace unos minutos las gotas de lluvia golpeaban en el cristal de mi coche y por un momento entendí que sería capaz de conducir hasta más allá del infinito, pensando y asimilando desde la lejanía que provocan los kilómetros, en todos los momentos, en todos los retales que conforman una vida. Y es allí, desde esa zona tan distante, donde pude ver la realidad, sin tapujos, sin cortinas que nublen la verdad, la verdad de algo que aún está colocando cimientos tan firmes como lágrimas se derramaron.
Adoro la paz que me provoca la serenidad de estar aliviada, la tranquilidad que me produce olvidar esa inquietud incontrolada, esa ansiedad que arañaba mi estomago.
Detesto el conformismo, pero esta vez me conformo con que nada vaya mal, aunque nada vaya bien, al menos por el momento. Me conformo con tener la opción de elegir lo elegible. De reconducir mi vida y de cambiar todo lo susceptible al cambio. Me conformo con no dejar pasar de largo ninguna decisión. Me conformo con la quietud que me provoca saber que he hecho todo lo posible por conseguirlo, porque al menos el camino sea reconfortante.
En definitiva la vida es solo eso, un camino y el final, para todos, suele ser parecido, la diferencia la marca la forma de recorrerlo.
Comentarios
Te felicito sinceramente por el control de los asuntos propios.
Un beso desde mi sendero, Who.
Un placer leerte.
Pero bueno, ayer escribi algo, probablemente lo cuelge luego.
Gracias por comentarme siempre y por seguirme. Me encanta ver que hay gente que se molesta en leerme. Un beso!
Un besito