Acuerdo ausente

Me siento en la obligación de pedirte que me perdones. Perdoname por no ser del todo sincera. Perdoname por no ver salida a este círculo. Perdoname por no ser demasiado clara sobre mis pensamientos. Perdoname por no devolverte esa mirada y por no agarrar tu mano cuando aún la alcanzaba. Perdoname por no ser capaz de analizar todo esto, por no sentirlo hasta que lo veo cerca. Perdoname por confundirte y por negarte lo que eres capaz de ver con los ojos vendados. Perdoname por no poner solución, por mi pasividad, por mi cobardía, por quererte. Perdoname por sentir de diferente forma en ocasiones, por mis repentinos cambios, por las consecuencias que tanto daño te hacen. Perdoname por adaptarme y por sentirme extraña. Perdoname por no poder alejarme, por no entregarte todo, por reservarme el resto, por no ceder lo que un día me robaron. Perdoname por no olvidar, por añorar momentos, por intentar dar sentido a todo esto. Perdoname por todo lo que no sabes, por lo que te oculté, por los secretos que no compartí contigo. Perdoname por todo lo que te hizo sufrir, por todo lo que me hace dudar. Perdoname por todo lo que no tengo claro. Hoy me siento en deuda contigo, por haber dado tanto cuando recibías tan poco, por ello y por mucho más solo puedo darte las gracias, por haberme abierto a un mundo lleno de sentimientos, por dejar que aprenda constantemente de ti, por mostrarme siempre tu mejor cara, por ser así, tal como eres conmigo.

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