Repentinamente cambiante

A veces aunque parezca imposible aún se puede encontrar la aguja del pajar, y es que en ocasiones la vida te sorprende y por fin te arropa con su manto azul, por un momento te sientes reconfortada, como si nada de lo anterior hubiera pasado; algo que ya hacía tiempo que no sentías empieza a llenarte por dentro principalmente cuando caes en la cuenta de que eso que ya casi no reconocias es alegría. Lo cierto es que desconozco cuanto durará, soy consciente de que siempre existe un agente perturbador, quizás la experiencia me lo ha demostrado, aunque ahora disfruto del momento, al menos, esto si que me mantendrá esperanazada algún tiempo. Y luego vuelves tu, que me descolacas a marchas forzadas, aunque sabes que me encanta, de repente cambia todo y eres como siempre, como nunca dejaste de ser, solo de comportarte para olvidar y otra vez me pregunto cuánto durará, y de nuevo soy consciente de que es caduco, aunque lo disfruto a cada instante, y luego qué, luego lloraré, porque soy consciente de que es caduco.

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